Érase una vez cuatrocientas doceavas partes indivisas.

Érase una vez todo lo que nos hace incoherentes, todo eso que vale la pena, el empuje a conjugar y de un plumazo adiós principios…

Érase una vez el suicidio de vivir, no deja de ser una paradoja puntal a lo extremo de la creación con un final fechado a vivir…

Érase una vez todo lo bello que en realidad es nada, depende del principio de quien lo mira…
y lo bello muchas veces tan solo es aquello que somos capaces de admirar, soportar… o incluso el principio de lo terrible, lo que somos capaces de admirar serenamente antes de ese desdeño a destrozarnos...


Érase una vez el fruto subjetivo de las emociones, el arriesgo de todo para nada, el sentir…. no existe el mañana en un sentimiento, tan solo es un instante a crear sin conjugación de futuros ni esperanzas… ni tal vez…ni quizás… una mera tentación a nada cargada de todo…

Érase una vez ese salto cuántico donde somos capaces de discernir entre emoción y sentimiento… sentir como fruto de una emoción que se puede aprender, razonar, olvidar…  sentir en abundante necesidad sin necesitar acaparar, sentir sin miedo a no tener, sentir en su suicida simpleza y que ese sentimiento nos navegue a la acción de su pensamiento…"cuidado con lo que sientes"….



Érase una vez todo lo inédito del sentir que aún estoy por poseer, el tintero por describir de todo eso a sentir…. érase una vez lo que era y ya no es,  lo quise ser y ya se fue, lo que aún no logre… y aunque aún no lograra ese tan poético “te echo de menos” ojala érase una vez, …



Érase una vez todo aquello con lo que perdimos sintonía, aquello sin necesidad de retener, aquello que su final fue el principio de algo que siempre nos seduce más… Érase una vez el tintero por escribir de un héroe con cuento a recuperar … No te entretengo, me sedujo tanto la melodía que bailo la calma que deja su silencio… dejo en silencio el azul como cuatrocientas doceavas partes indivisas, como anacrusa a retroceder hasta que tinten la melodía…

This way somehow

Como una burbuja difuminada en el espacio, acompañada de un viento que la obliga a momentos desmedidos… a momentos silencio… a momentos mecimiento…. pausada, cautelosa, acercándose sin tregua a su estrépito vital…. como cualquier sentimiento…. como cualquier sazón… como la vida y su condición…

…. y actuamos sin fragilidad, fingiendo la eternidad de las cosas y relegando a la no realidad de los sueños…. y estamos seguros de la realidad de los enseres, o de la lluvia, o el sol… de la propia vida sin parangón... y desdeñamos la vida de lo no real aun que lo pareciera… y los sueños parecían reales pero los postergamos… y una caricia pareciera ser, pero la obviamos en la postura de ser mero cómplice de un poro exaltado por alguna química explosión…y la gota ínfima de un deseo, obviada por pertenecer a una excitación del sistema Límbico y otros mensajeros químicos del Hipotálamo…

… estamos tan seguros de lo real que lo quimérico pareciera real…

Lucha de gigantes, convierte el aire en gas natural. Un duelo salvaje advierte, lo cerca que ando de entrar en un mundo descomunal, siento mi fragilidad. Vaya pesadilla, corriendo con una bestia detrás. Dime que es mentira todo, un sueño tonto y no más. Me da miedo la enormidad donde nadie oye mi voz. Deja de engañar, no quieras ocultar que has pasado sin tropezar. Monstruo de papel, no sé contra quien voy. o ¿es que acaso hay alguien más aquí? Creo en los fantasmas terribles de algún extraño lugar. Y en mis tonterías para hacer tu risa estallar. En un mundo descomunal, siento tu fragilidad. Deja de engañar, no quieras ocultar que has pasado sin tropezar. Monstruo de papel, no sé contra quien voy. o ¿es que acaso hay alguien más aquí? Deja que pasemos sin miedo.


… y tengo un pequeño alquiler en la vida, metro y medio por dos metros de tentación omnipresente a seguir soñado… en los umbrales del silencio, en el aulló de este invierno, en la imaginaria del sentir, en el merodeo del vivir…

… y tengo un pequeño alquiler del silencio que enaltece la ternura de una sonrisa ausente… que acaricia el alma a gesto sencillo de una imagen anónima… y tiene la duda de ser ese insaciable argumento a lo desconocido…

… y tengo un pequeño alquiler que tartamudea en el silencio ausente de pensamientos…


Se zafó y se ha escapado
una idea sentida mirándome con ojos inyectados de olvido… y se acumulan las ganas de gritar al otro lado… son solo ideas sentidas que se han desnudando a la luna, derritiendo olvido guardado en la nevera, acariciando luz de la mañana sin verso con algún parásito en prosa…

Se zafó una idea sentida como dando saltos sin tiempo, como deslizando azul sobre el cemento… y rompió olas cuando dejo caer la camisa de los sueños…y el viento no la columpiaba, ella columpiaba al viento, aliviaba como aroma avalancha al tacto…. y exige revancha esa avalancha sentida que ensancha alma…

Se zafó una idea sentida que soñaba con lo que sentía, se zafó mientras vestía y desnudaba lo que creía que era alma, y tenía paz en sus maneras, nubes y enredaderas en su melena, tenía verbo primavera y reía eterna… se zafó como quien ve amanecer porque solo es una idea sentida consentida… y la solté, como quien se atreve a caer, como quien vuelve al hogar, como cualquier amanecer…


Se zafó en la oscuridad donde la conocí, donde me encendió… You made me feel as though, I was enough, We danced the night away, We drank too much…


Notas inconexas de un deshilachado oblivion…


«El poeta de mis sueños será aquel que, diciendo las cosas a medias, me permitirá injertar mi sueño sobre el suyo.»  Debussy 

… en el extremo emocional del ser se forma un asteroide fortuito sin destino ni porvenir, con un abanico de sensaciones y tentaciones como estela, con un cuerpo rocoso de fugaces experiencias, frases y caricias de conjugar todos los verbos…

… en el extremo emocional del ser se encuentra la deriva del pensamiento de ti, el maquiavélico detalle de lo prohibido y todo lo que un día fui y seré….

… en el extremo emocional del ser somos cómplices de nuestros pecados, ausento y ausencia de un perder que se derrite en el abismo del Oblivion…

Para Platón, el alma existe antes de encarnarse, y posee todo el conocimiento del mundo, el alma al nacer olvida y debe poco a poco volver a recordar. Eso es el aprendizaje, el extremo emocional del ser de cuna de la ignorancia, de mortaja el Oblivion…

… el extremo emocional del ser necesita estremezco, desafinación y rotura de normas… Bach demostró que la afinación del barroco basada en la relación matemática con las notas no permitía tocar en todas las tonalidades, con el sistema de Bach el temperamento (El clave bien temperado), el clave desafinado hacia que la escala cromática de las tonalidades fuera melódica… Piazzola demostró que un supuesto género musical menor trasciende al valor musical… emulo las estaciones de Vivaldi con el guiño del salto de hemisferio (verano porteño – invierno Vivaldi)… Piazzola interpelo la mayoría de sus tangos a la manera de Ravel, Fauré… con una notación musical puramente clásica…

… en el extremo emocional del ser existe un sorbo de néctar vida entregado a un infinito espacio…. una taza de café bebiéndose sueños… un Oblivion de arpegiado sutil, casi cristal, con la melodía de unas notas largas que se alternan con caída lenta y figuras que tejen la sofisticación armónica del susurro de una tristeza que debe mucho al extremo emocional de todos los verbos a conjugar….


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Lamontagneazul

Las palabras son pentimentos que callan su significado clandestino, ocultan como testigo silencioso; deseo, pasión y hastió. Habitan en un espacio libertad donde divagan y se mezclan con una pizca de cordura, y con la locura que destilan todos esos pensamientos inoportunos del espejo de una noche y su montaña azul.
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Andrés Suárez - De ida (2002)

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