Algo hay en su manera de moverse, me
atrae como ningún otro amor. Algo hay en su manera de seducirme…y no quiero
dejarla ahora, ahora creo en ella… y de qué manera
En algún lugar de su sonrisa ella sabe
que no necesito ningún otro amor. Algo en ella me lo dice…
Me estas pidiendo que mi amor crezca…
No lo sé, no lo sé…
Si te quedas conmigo tal vez puedas
verlo…
No lo sé, no lo sé...
Algo hay en sus maneras y ella sabe….
y todo lo que tengo que hacer es pensar en ella. Algo hay en las cosas que ella
me enseña…
Ella: "oye, no dibujaste bien mi
pezón izquierdo"
El: "¿ah, no?" "bueno,
estabas acostada de lado...
y yo te estaba dibujando de
lejos... así que no podía verlo bien...
Algo hay en las horas que acariciamos que se evaporan como segundos sin
tiempo. Algo hay en la piel que deja repetir segundos que se convierten; en
únicos, en vida, en infinito, en explosiones…. Algo hay quizás clandestino que
te dibuja; espiral de agua y tibieza; magia y vida… algo hay…
Algo hay que se escucha desde la piel, algo enraizado y sembrado, algo desafiante
que esgrimiendo voluntades te desfila a un cosmos latente…
Algo hay que siente y llena el aire… que acaricia vientre y posee… Algo hay que convierte vida en vuelo emplumado y todos sus verbos en colibrí picoteando, bebiendo miel, saboreando azúcar, acariciando tierra mojada, rozando azul, vela y nubes de un viento goteo tembloroso de una emoción…
Algo hay manantial que da suelta a las riendas,
que convierte felicidad en carcajada, que convierte horizonte
en sonoro viento de un: “dejarme pasar para quedarme”… Algo hay que no teme ni
mareas, ni huracanes… algo hay azul que
se precipita a amar…
Algo hay de latido en el tintero de las palabras del sentir, algo hay
atado sin tiempo, algo hay de ansiedad de momentos, algo hay; que salpica
trazos de ternura… que acristala retales de carne y hueso… algo hay…
… y en eso la vida pasa ondulada, anidada a deseos y otros dibujados,
adherida bajo sombras de caricias que vuelan sobre desiertos de besos… de eso
trata la vida, de un lecho fértil de eternos, de sed y secretos, de presentes
riendo sobre futuros versos de miradas por escribir...
… y en eso que venció el vino, como decía Neruda “como un desordenado
terciopelo, vino encaracolado y suspendido”,…y brotaron las uvas con su piel
suave… y en su redondez mis dedos llovieron mil caricias… y un halo de centella
cubrió el resto, un goteo a besos…vino sin reserva donde bailar su desnudo que
te envuelve y me envuelve… y es que algo hay que se
escucha desde el silencio de todos los sueños… que se dibuja con la textura de un
deseo amado…
Había mar y textura de dulce tiempo, había viento arisco y un estribo
prendido al delirio… había rumor y chasquido, látigo y forcejeo de cuerpos… había
vida midiéndose fuerza con sentir… había espacio desbocado a amar… había dos domando
espacio, dando y quitando, rendidos al cansancio… y un baile en la pradera… y una
sonrisa en la ladera… incluso barro…había encendidos sueños porque algo hay y
lo sigue viviendo…